Ambulantes siguen vendiendo útiles tóxicos

A cuatro días del inicio del año escolar, las compras de los útiles tienen ajetreados a los padres de familia. Si bien hay artículos para todos los bolsillos, la seguridad de los niños está en juego. Los componentes tóxicos como el plomo, el cromo y el cadmio no solo están presentes en los juguetes, sino también en los artículos de escritorio dirigidos a los más chicos.

Desde el último viernes, la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) empezó una campaña de inspecciones de los productos escolares que están a la venta y llevó a su laboratorio muestras de lápices de colores, témperas y plastilinas para analizar su composición química.

La ingeniera Ana Cecilia Guevara, responsable de Residuos y Sustancias Químicas de la Digesa, indicó que los resultados se conocerían mañana. Agregó que, durante todo el mes de marzo, se realizarán otras ocho inspecciones para verificar la calidad sanitaria de los útiles escolares. Puede que sea tarde para muchos padres que ya hicieron sus compras.

En las tiendas formales, los productos de marcas conocidas como Layconsa (línea Pelikan), Faber Castell y Artesco tienen etiquetas en las que figuran los permisos especiales de la Digesa, que están vigentes solo hasta el 16 de marzo. Para esa fecha, estas fábricas canjearán sus permisos especiales por autorizaciones sanitarias. "El problema de las empresas formales son las falsificaciones de las marcas. Esto trajo abajo el prestigio que tenían los colores Patita de Layconsa", señala Mauricio Paredes, gerente general de dicha empresa.

Ello lo confirma el director de la Policía Fiscal, general PNP Ántero Huaroto, quien indicó que hace solo una semana se incautaron en el Centro de Lima 72.000 unidades de lápices, crayolas y otros artículos escolares de procedencia china a los que se les iba a colocar etiquetas falsificadas de Pelikan, Faber Castell y Mongol.

Las intervenciones de la policía se concentran en los productos de contrabando y los falsificados, mientras que el Indecopi se ha limitado a realizar una verificación del rotulado de los productos de tiendas formales.

Sin embargo, en puestos informales de Mesa Redonda hay una variedad de artículos escolares, sobre todo, lápices decorados con pinturas, borradores perfumados, gomas y plastilinas que son atractivos a la vista, pero de dudosa calidad. No tienen etiqueta o estas no están traducidas. En el primer uso, salen a relucir todos sus defectos.

Ninguna autoridad parece darse cuenta, porque hasta el momento no han sido retirados del mercado. Sin embargo, por sus componentes, los lápices decorados y los borradores perfumados no están permitidos, de acuerdo con el reglamento de la Ley 28376, que prohíbe y sanciona la fabricación, importación, distribución y comercialización de juguetes y útiles de escritorio tóxicos o peligrosos.

NO SE PUBLICAN LISTAS
La Digesa anunció en noviembre pasado que publicaría en su página web (www.digesa.minsa.gob. pe) el registro de todos los fabricantes, importadores, distribuidores y comercializadores de juguetes y útiles de escritorio que tienen permisos especiales o autorizaciones sanitarias. Si bien hubo un avance en el caso de los juguetes, no se ha hecho lo propio con los útiles de escritorio.

A SU SERVICIO
1 Para reconocer los útiles escolares bamba, fíjese en su color, textura y la calidad del acabado. Además, por lo general, estos no llevan etiqueta.
2 Los niños tienen la manía de llevarse todo a la boca. Los borradores perfumados, sobre todo aquellos que semejan formas de frutas u otros productos comestibles, presentan altas concentraciones de cadmio y son nocivos para la salud.
3 Tenga cuidado con los lapiceros que presentan grabados que se despintan o son demasiado blandos y se doblan con facilidad. En ellos se advierte una elevada concentración de plomo.
4 La mayoría de los correctores líquidos que se vende en el mercado contiene metilcloroformo, una sustancia química que, en algunos casos, origina daños al corazón y al sistema nervioso.
5 Se debe evitar comprar a niños menores de tres años útiles de escritorio que contengan piezas pequeñas o partes magnéticas removibles, puesto que ellos podrían tragarlas.
6 En el caso de las colas, es preferible usar las que traen aplicador, para evitar que los niños tengan contacto directo con el producto.
7 Todos los útiles de escritorio para niños deben estar debidamente identificados. No se deben adquirir aquellos que tengan etiquetas incompletas, sin traducción o confusas.
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